sábado, 22 de diciembre de 2012

Interdisciplina para relaciones sinestésicas

Cuando la música se compone para audiovisual, sea cine o teatro, surgen preguntas que muchas veces se relacionan con la capacidad del músico o del actor para enfrentarse a lo que constituye un tipo de viaje del que es consciente antes de que comience. ¿Que significa ser músico? 

Actualmente existen muchísimas escuelas en las que la división consiste en determinar al inicio de la formación si serás compositor o intérprete. Y en este sentido, la escuela a la que se ingresa se preocupa de seleccionar elementos que constituyan para el estudiante una fuente de certezas respecto a lo que es la música, de que se compone y como debe ejecutarse. Estos conocimientos trascienden las fronteras de los países y provienen de la antigua Grecia, entre otras cunas. El mismo Platón fue quien describió a los instrumentos de cuerda como expresión de la perfección armónica de la razón, de lo apolíneo, y a los instrumentos de viento como el ritual misterio de la desmesura Dionisíaca. El origen de la tragedia en Grecia es descrito por Nietzsche como la unión de ambos elementos. Es asi como surge el culto a Dionisio y Apolo, dioses en contradicción y a la vez complementarios. El goce estético de Dionisio aparece en la embriaguez de los afectos, en su mímica histriónica, la cual es captada por el ojo de Apolo, preocupado de plasmar en formas figurativas, la excitación de sus visiones. 

Ambos entonces, se necesitan. En este sentido, y considerando la mundanidad que nos convoca, ¿podemos también pensar en la música como una relación social, como una forma de descubrimiento personal? ¿Quien ha determinado cual es la mejor forma de tocar una flauta o cual es la afinación necesaria para que un charango y un conjunto de tarkas peruanas suenen correctamente cuando un bailarín da giros por el suelo luego de ser apuñalado por el destino? Efectivamente podríamos decir que la música no está bajo ningún punto de vista, exenta de las influencias que la ciencia racional ha ejercido en el conocimiento personal-universal de todo lo que ha ido progresivamente constituyendo al occidente. 
Pero, ¿en que momento una imagen puede decir que "¡esta es su música!" y viceversa?. Existe un vinculo en este tránsito, que la razón segmenta pero que en nuestra realidad sensorial no lo está. El sonido que viaja en la imagen, que proviene de la imagen, en la percepción suceden simultáneas. Incluso cuando la imagen es construida en un minuto y grabada para ser sacada de ese tiempo contingente en el que sucede, la música debe saber acompañarla, siempre y cuando quiera seguir a la imagen pues a veces cerramos los ojos y no falta nada... Y si pensamos en esta ficción desde lo humano, es una relación social la que vincula ambos mundos concretizados en las mentes de quienes imaginan una parte de todo,para darle sentido a lo que hacemos. Por ello las formas no están dichas a cabalidad, aún queda por explorar, por conocer, por imaginar.

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